TRASPLANTAR UN BONSÁI PASO A PASO

2.- Extrae con cuidado el árbol de su maceta original. Para ello fíjate primero si tiene alambres de anclaje que la sujetan a la misma ya que deberás cortarlos en primer lugar. Una vez hecho sirviéndote de un rastrillo o similar libera la planta del receptáculo. Si se trata de una maceta de plástico como pudiera ser las clásicas donde vienen los plantones y ves que tienes problemas para extraer en bloque todo el cepellón, puedes optar por cortarla con las tijeras.

3.- Elimina el sustrato antiguo sirviéndote del palillo. Empieza primero por la parte exterior para ir descomponiendo el bloque y ve avanzando poco a poco. Hazlo con delicadeza para dañar lo mínimo posible las raíces. Si estás trasplantando un pino debes dejar al menos el 50% del sustrato original. Si necesitas más información sobre tu especie concreta puedes echarle un ojo a las fichas por especies que encontrarás en la web.

Si vas a reutilizar sustrato original del bonsái porque por ejemplo es akadama debes tamizarlo antes de reutilizarlo.

4.- Una vez tienes las raíces al descubierto y sin sustrato cortaremos las que veamos más crecidas, las que estuvieran dando vueltas en la maceta y si se tratara de un ejemplar joven de semilla quitaremos la raíz pivotante. A no ser que tengamos experiencia es recomendable no eliminar más de un 25-30% de las raíces originales. Aunque esto también dependerá de la especie a trasplantar ya que por ejemplo los arces admiten podas de raíces radicales.

5.- Agregamos parte del nuevo sustrato en la nueva maceta para que nos sirva de base. Debemos colocar un pequeño montículo en la zona donde colocaremos la base del árbol.

6.- Colocamos el bonsái en la nueva maceta situando su base en el montículo de sustrato que previamente habíamos hecho. Ahora (en caso de haber puesto alambres de sujección) ataremos el árbol a la maceta usando los alambres de sujeción que habíamos colocado en la nueva maceta. No los apretaremos por completo pero si lo suficiente como para mantenerlo en la posición deseada. Las últimas tensiones las realizaremos una vez hayamos añadido el resto del sustrato o al menos el 90% del mismo.

7.- Agregamos el resto del sustrato de forma uniforme por toda la maceta y nos servimos del palillo para meterlo alrededor de las raíces eliminando todas las bolsas de aire que pudieran quedar. No se trata de clavar el palillo a destajo, debemos hacerlo sin excesiva fuerza para no estropear el nuevo sustrato. Ten en cuenta que cuando riegues terminará de acomodarse.

8.- Terminamos de tensar el alambre de sujeción para dejar definitivamente fijado el árbol a la maceta. No debemos apretar en exceso ya que podríamos provocar heridas al árbol o afectar al crecimiento de sus raíces. Apretaremos lo justo y necesario para que se mantenga fijado y no se mueva por culpa del aire o por algún roce involuntario. Cortaremos el sobrante de alambre y doblaremos la punta del que quede saliente en la maceta para que quede oculto.

9.- Completamos de rellenar con sustrato la maceta, palillearemos un poco más si fuera necesario. También podemos servirnos de un taco de madera o una espátula para apretar ligeramente la tierra y terminar de compactarla.

10.- Ahora regaremos copiosamente el bonsái hasta que el agua que salga de los agujeros de drenaje brote totalmente cristalina. Eso nos confirmará que hemos eliminado gran parte del polvillo restante del sustrato y que no se quitó cuando tamizamos el sustrato.

11.- Podemos completar el trabajo colocándole una capa de musgo sfagnum previamente humedecido para protegerlo si fuera necesario.

12.- Colocaremos nuestro arbolito recién trasplantado en una zona protegida del sol directo (semisombra) y del viento.