Por qué nos gustan tanto los acer palmatum
Si hay una especie para bonsái por excelencia que gusta a la mayoría de aficionados a este arte y que quien más y quien menos tienen al menos un ejemplar en su colección esa es sin duda el acer palmatum también llamado arce japonés palmeado.
Este árbol nativo de Japón nos vuelve a muchos locos y es que hay muchos motivos por los que te enamora y encandila.
¿Será por sus variedades? Si es que hay para todos los gustos. No sé si habrá muchas otras especies con tantas variedades y tan dispares unas de otras pero los acer palmatum no dejan a nadie indiferente. Existen en la actualidad más de 250 variedades y más de 1000 cultivares de esta especie por lo que si estabas pensando en tener un ejemplar de cada creo que será mejor le des una vuelta a esa idea o te compres un vivero.
Tenemos acer palmatum con hojas de diferente diseño, diversos colores tanto de hoja como en algunos casos incluso de ramas, múltiples coloraciones dependiendo de la variedad tanto primaverales como otoñales y en definitiva características que han hecho que muchos no nos conformemos con tener un solo ejemplar, sino que tengamos varios diferentes para disfrutar de las peculiaridades de cada uno de ellos.
Por enumerar algunos de los acer palmatum más conocidos (te pido disculpas de antemano si no menciono tu preferido pero hay para todos los gustos):
Deshojo: Esta variedad es muy valorada por su color rojo primaveral que pasa al verde en verano y culmina en naranja rojizo en otoño.
Sango kaku: También llamado arce corteza coral por el color rojizo de sus ramas. Sus hojas son verdes en primavera y amarillas rojizas en otoño.
Disectum: Esta curiosa variedad tiene las hojas de color verde de 7 lóbulos, que se vuelven amarillas en otoño y tienen una la silueta finamente dibujada y dividida.
Katsura: Sus hojas, a medida que se abren, son de color naranja amarillento marginado con rosa que luego se vuelve verde brillante en verano y anaranjado en otoño.
Arakawa: Lo más destacado de esta variedad es la rugosidad de su corteza que le da un aspecto de mayor edad que la que realmente tiene.
Atropurpureum: esta variedad mantiene el color rojo vinoso intenso en las hojas en primavera y verano volvíendose más verdosas en otoño.
Orange dream: Sus hojas son de color rojo al comienzo de la primavera y luego pasan a amarillas, en verano son verdes, y durante el otoño adquieren un color anaranjado impresionante.
Y dejo ya de especificar más variedades porque si no nos vamos a tirar aquí todo el día y este artículo ser haría eterno.
La facilidad para el trasplante puede ser otro de los motivos que los hace queridos. Son árboles que generan muchas raíces y cuando los trasplantamos admiten podas muy severas de su zona radicular. Es difícil que te lleves un susto y pierdas un ejemplar siempre y cuando realices el trasplante dentro de las fechas adecuadas y dando por hecho que tu bonsái está sano.
También podría ser la causa de nuestro amor por los acer palmatum su facilidad para trabajarlos y que esta variedad nos permite poder dar rienda suelta a múltiples técnicas de bonsái como son la poda, pinzado, defoliado, alambrado, acodos, injertos, esquejado... y así hasta que te canses.
Encima son fáciles de encontrar en viveros y tiendas de jardinería por no hablar que suelen ser habituales en algunos supermercados de forma casual junto a los ficus ginseng (de estos hablaremos otro día). No es raro ir a hacer tu compra semanal y encontrarte en la zona dedicada a la jardinería de tu hipermercado plantones de acer palmatum de diferentes variedades. Lógicamente no encontrarás las más demandadas y exclusivas como pudiera ser el deshojo o el arakawa pero siendo todas tan bonitas ¿quien se resiste a llevarse una para casa?
Para terminar este artículo sobre esta especie, no puedo dejar pasar la oportunidad de darte algunos consejos personales para cuidar tu acer palmatum:
Cuida el riego. No les gusta cualquier agua por lo que intenta regarlos con agua de calidad. Sí que es verdad que algunas variedades soportan mejor que otras aguas duras pero si quieres tenerlo en su mejor estado intenta cuidar ese aspecto ya que sus raíces son muy delicadas y te lo agradecerán. También deberás regar en abundancia pero sin encharcarlos. Mejor regar varias veces que ahogarlos en agua.
Protégelo del sol. Seguro que sabes de sobra que deben estar en semi sombra pero a veces no nos resistimos a colocarlos al sol para fomentar su crecimiento y que las hojas no sean excesivamente grandes. En mi caso les dejo que disfruten del sol de la mañana que es el menos duro y en verano procuro tenerlos siempre en semi sombra para que no se quemen sus hojas. Es una pena verlos luego antes de que adquieran su color otoñal con las hojas quemadas por el sol y esto puede provocar incluso que nos perdamos esa esperada coloración.
Espero que te haya gustado leer este artículo tanto como a mi escribirlo y si te sientes identificado con lo que he dicho te doy la bienvenida al club de los amantes de los acer palmatum. Si no tienes ningún acer y te ha picado el gusanillo ya me darás las gracias más adelante cuando lleves una temporada con tu ejemplar y le veas destacando en tu jardín de bonsáis.
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