La importancia de la iluminación en el cultivo de bonsáis

La esencia del cuidado de un bonsái se puede resumir en cuatro puntos básicos: el riego, la temperatura, la humedad y especialmente, la iluminación. Estos factores se entrelazan como pilares fundamentales para tener éxito cultivando nuestros bonsáis.

En entornos interiores, la luz adquiere una relevancia singular; su manejo erróneo puede desencadenar consecuencias drásticas como defoliaciones o pérdida de densidad que no solo comprometen la belleza del árbol sino también su vitalidad.

La influencia lumínica en el metabolismo de las plantas es crucial: su papel primordial radica en ser la fuente energética que desencadena el proceso vital de la fotosíntesis.

La fotosíntesis, motor de vida para las plantas, transforma dióxido de carbono y agua en materia orgánica, generando hojas, tallos y raíces.

Pero la luz va más allá, desencadenando sorprendentes respuestas en las plantas: la inducción floral en algunas especies de bonsái como las rosáceas, se despierta al detectar cambios en el fotoperíodo durante la hibernación.

Este equilibrio entre horas de luz y oscuridad varía según la estación: veranos iluminados contrastan con inviernos más oscuros. Las plantas, sensibles a estos cambios, los interpretan a nivel celular. En el cultivo especializado, la luz es la clave del éxito.

Por poner un ejemplo, las icónicas poinsetias conocidas comúnmente como flor de pascua, flor de Nochebuena o flor de Navidad que solemos encontrar todos los años en supermercados y grandes superficies a la venta cuando se acerca la navidad, con sus hojas rojas, logran su color gracias a un control preciso de la iluminación.

Algunos logran su supervivencia postnavideña, pero pocos consiguen mantener el rojo de sus hojas. Esto radica en dominar el factor lumínico y ahí ya el cultivo es más complicado.

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Como evaluar la iluminación para nuestros bonsáis

Posicionar nuestro bonsái en el entorno lumínico adecuado, variable según la especie, requiere de sentido común y observación de la naturaleza.

Para quienes buscan mayor precisión, o aquellos curiosos que desean adentrarse en aspectos técnicos, recomendamos el uso de un luxómetro.

Luxometro de manoEl luxómetro es un dispositivo que mide la intensidad lumínica en un área específica. En la agricultura bajo invernadero, su uso es común, aunque su funcionamiento requiere atención a ciertos detalles.

Los luxómetros más asequibles miden solo la luz directa que llega al dispositivo, reflejando únicamente la intensidad del haz lumínico sobre su superficie.

Esto es un  problema para lo que nos compete ya que en una habitación, la cantidad total de luz incluye la que incide directamente sobre el bonsái y la que se refleja en paredes y suelos. Pero claro, un luxómetro capaz de medir globalmente la luz en un espacio suele ser bastante más costoso y seguramente no nos merezca la pena tanta inversión.

Sin volvernos locos en comprar aparatos caros y en muchos casos difíciles de saber utilizar correctamente, usando un luxómetro más básico, al obtener una medida del haz lumínico, conseguimos un punto de referencia que, con cierta experiencia, nos permite evaluar si hay suficiente luz para nuestro bonsái en interiores, o incluso analizar la luminosidad exterior de la vivienda.

Una alternativa menos técnica para evaluar el efecto lumínico en los bonsáis radica en la observación directa de la naturaleza.

El arte del bonsái busca, en varios aspectos, emular los procesos naturales. Los diferentes estilos de bonsái capturan la esencia de la naturaleza en su forma.

Además de ser una fuente de inspiración artística, la naturaleza es un recurso invaluable para alcanzar un nivel técnico óptimo como cultivador.

La estructura de la flora en un bosque tropical ejemplifica de manera destacada cómo las plantas se adaptan a la luz que reciben.

Los árboles más altos, libres de vegetación por encima, absorben una cantidad significativa de luz solar directa sobre sus hojas, lo que exige que estas sean más gruesas y resistentes para soportarla.

A medida que descendemos hacia estratos inferiores de vegetación, las plantas deben ajustarse a una vida con menos luz, ya que gran parte ha sido interceptada por la vegetación superior.

En los bosques tropicales, a menudo la iluminación en las capas inferiores es tan tenue que simula una oscuridad continua.

Las plantas adaptadas a estas condiciones desarrollan hojas enormes, como es característico en los helechos tropicales, cuyas hojas actúan como antenas para captar hasta el último destello de luz posible. En términos generales, observando la naturaleza, descubrimos que las hojas más grandes y delgadas se adaptan a la escasez lumínica, mientras que las más robustas y pequeñas resisten la intensidad solar.

En el mundo del bonsái, al investigar el hábitat natural de la especie que cultivamos, obtenemos valiosas pistas sobre la mejor ubicación para ella.

Indicios de una iluminación erronea

Tanto el exceso como la escasez de luz generan síntomas específicos, influenciados por la especie de bonsái y otros factores inherentes al cultivo, como la humedad ambiental.

El exceso de luz provoca la degradación de pigmentos, evidenciado por amarillamiento en las hojas superiores y, ocasionalmente, en el interior de la copa.

Además, se presentan quemaduras en los bordes, especialmente en condiciones de baja humedad. En estas circunstancias, la tasa de crecimiento disminuye, como en cualquier situación inadecuada para el desarrollo del bonsái.

La escasez de luz manifiesta una variedad de síntomas en los bonsáis. Se observa una defoliación en las hojas del interior de la planta, particularmente en las hojas más antiguas que comienzan a amarillear o caen sin cambiar de color.

Estado de salud Señales a tener en cuenta Consecuencias
Luz inadecuada Sus hojas palidecen y el crecimiento se ralentiza. Crecimiento obstaculizado.
Inmunidad comprometida Los bonsáis son más propensos a las enfermedades. Puede provocar la muerte de nuestros bonsái por plagas y enfermedades que en un estado de salud idoneo superaría sin problemas.
Clorosis Las hojas se vuelven de tonalidad amarilla La fotosíntesis obstaculizada conduce a una mala salud y las hojas terminan cayendo. El árbol se debilita.

Este fenómeno puede llevar a la pérdida de hasta el 90% de las hojas. Además, los nuevos brotes muestran un crecimiento débil y frágil, con entrenudos largos y un tono verdoso muy claro, casi blanco. Estos brotes tienden a crecer en dirección a la fuente de luz, como una ventana, si la hubiera. Además, las hojas que crecen en condiciones de escasa luz tienden a ser grandes y flácidas.

Iluminación artificial para el cultivo de bonsáis

Llegados a este punto seguro que has pensado en utilizar luz artificial para aportarle la iluminación que precisa tu bonsái para poderlo cuidar en interior. Si es así tendrás que tener en cuenta ciertos aspectos que se verán afectados como temperatura y humedad.

Mediante un sistema de iluminación artificial, es factible el cultivo de cualquier planta prescindiendo de la luz solar. Todos los sistemas de iluminación artificial generan cierta cantidad de calor, aunque varía entre distintos tipos. Idealmente, se recomienda emplear bombillas o tubos fluorescentes que emitan el menor calor posible.

iluminacion led para plantas

La distancia óptima entre la fuente de luz y la planta suele ser de aproximadamente 40 cm. En casos de excesivo calor emitido por las bombillas, la transpiración de las hojas se verá afectada, provocando alteraciones en el crecimiento e incluso quemaduras en las hojas o defoliaciones en situaciones extremas.

Las propiedades de la luz, compuesta por ondas electromagnéticas, juegan un papel crucial en los sistemas de iluminación artificial. Nuestros ojos interpretan estas ondas como colores distintos. Del mismo modo, las plantas tienen la capacidad de distinguir entre diferentes longitudes de onda, lo que influye en su crecimiento, floración, fructificación e incluso en el caso de los bonsáis de hoja caduca, en la caída de las hojas.

Este factor debe considerarse al instalar una fuente de luz artificial, ya que impacta directamente en el desarrollo del bonsái.

Además, es importante que estos sistemas cuenten con un programador para poder establecer automáticamente secuencias predefinidas de encendido y apagado de la luz, como por ejemplo 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad, según las necesidades del usuario.

Casi todos los sistemas de iluminación artificial tienden a afectar la humedad ambiental, disminuyéndola, lo que puede requerir la instalación de mecanismos para controlarla, como los humificadores automáticos.

Esto asegura una ubicación óptima para el bonsái. La mayoría de las marcas comerciales de bombillas y sistemas de iluminación ofrecen kits específicos para el crecimiento de plantas, incluyendo para nuestros queridos bonsáis.

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